Una de las muchas definiciones de Arte nos habla de la capacidad de expresar determinados sentimientos con virtuosismo. Parece que para muchos este término, "virtuosismo", es vital, ya que el simple hecho de expresar no es arte, tan sólo si haces algo que estéticamente sea agradable para todos los públicos. Y muchas veces por "agradable" entendemos "realista". Es decir, si eres capaz de dibujar una manzana que parezca realmente una manzana, eres un artista. Y si no, no. Yo no estoy de acuerdo.
No sólo no estoy de acuerdo con el hecho de que sólo el realismo pueda resultar agradable, sino que no convengo en que el único adjetivo del arte sea "agradable", y ni siquiera estoy de acuerdo con la afirmación de que la expresión sin virtuosismo no es arte. Porque para empezar, cada uno tiene su propia manera de dibujar una manzana. Y lo que para mí determina si esa manzana es arte o no es la intención de provocar en mí una determinada emoción, ya sea agradable o no, intención que puede tener éxito o no. Por tanto, el Arte es, entre otras muchas cosas, EXPRESIÓN. El arte es poder exteriorizar lo que se tiene dentro, el arte es CREAR de forma física aquello inmaterial que rodea nuestras vidas.
Y ¿qué aporta esta definición a la escuela? Me parece evidente; el Arte como expresión es algo que hace que todos los miembros de la comunidad educativa (alumnos, maestros, padres) establezcan entre sí un canal de comunicación alternativo, más abierto, y mucho menos perjudicado por los convencionalismos, como le ocurre al lenguaje escrito que les enseñamos. ¡Atención! ¿Significa esto que el lenguaje escrito no pueda ser arte? ¡No! Significa que a menudo no les damos las herramientas necesarias para que lo sea. El poema "El Cuervo", de Edgar Allan Poe, es arte. Fijaos cómo el autor intenta expresar un sentimiento en concreto: el miedo. El miedo, algo intangible, inmaterial, expresado aquí de forma física, en un papel que podemos leer. Y aunque a muchos no les causará hoy en día miedo, influidos por la sociedad tan visual en que vivimos, eso no hace perder al poema su calidad de arte; de ahí que digamos que la intención del autor puede tener éxito o no. Y de hecho, no se trata de nada necesariamente agradable.
Por último, quiero remarcar que la impresión que provoca en nosotros el arte puede, a su vez, ser expresada en forma de arte. Tomando el ejemplo de el Cuervo, les dejo a continuación el vídeo que muestra la propia percepción del poema que tuvieron los guionistas de Los Simpson, en su exquisito doblaje al castellano (para mí el doblaje también puede ser un arte, tema que abordaré otro día).