¡Bienvenidos al Rincón del Archiduque! Un espacio donde intercambiar opiniones sobre el arte, la escuela... y sobre todo lo que os apetezca.

miércoles, 18 de enero de 2012

El Arte como Sugestión

Si entendemos, como afirmábamos la semana pasada, que el Arte es inteligencia porque comprende el mundo y genera nuevas visiones de él, tenemos que ser coherentes y razonar que el Arte no es un proceso individual. El Arte es algo compartido, algo que se produce por muchas cosas y que no se limita al talento personal ni íntimo. El Arte está dentro de la Sociedad de la misma manera que la Sociedad queda retratada dentro del Arte. El Arte tiene un aspecto único, pero se produce de forma colectiva.

No es raro, por tanto, que uno de los objetivos del Arte sea establecer una conexión con esta realidad exterior, crear un vínculo especial. El Arte pretende sugerir ideas a su observador, y por eso podemos hablar de Arte como sugestión. Según Wikipedia, la sugestión es el proceso por el cual un ente manipula conceptos y emite una información para guiar o dirigir los sentimientos, pensamientos o comportamientos de una persona. Lo interesante de ello es poder admitir que el Arte cambia de alguna manera nuestro mundo, pues cambia nuestra manera de pensar, de sentir… y al cambiar nuestra manera de comportarnos, también cambia nuestra relación con otras personas, y así, más rápido de lo que se coge un resfriado, medio planeta puede cambiar por el Arte que produce una sola persona.

En la escuela, es importante sugerir ideas determinadas a nuestros alumnos para que empiecen a crear, sobretodo entendiendo al maestro como un orientador de sus creaciones. Pero también es importante enseñarles a sugerir, y sobretodo a saber identificar cuándo se les quiere sugerir algo, para darles la libertad de dejarse o no llevar por esa sugestión. Es parecido a cuando les enseñamos a ser críticos con lo que leen. Y es que el Arte también se puede leer, y no siempre de izquierda a derecha…

Os dejo hoy con otro de mis doblajes, para los fans de Pesadilla Antes de Navidad (para los latinos, El Extraño Mundo de Jack, para los italianos, me parece que en Italia el título quedó en versión original, The Nightmare Before Christmas), la canción de Oogie Boogie. 


viernes, 13 de enero de 2012

El Arte como Inteligencia

Cuando hace algunas entradas hablábamos de cultura, diferenciábamos el adjetivo “culto” del adjetivo “inteligente”, definiendo al primero como “ser conocedor de una cultura”. Ahora bien, ¿qué hay del segundo? ¿Qué significa ser inteligente? Según la RAE, alguien dotado de inteligencia es alguien que comprende, que entiende, que resuelve problemas, que tiene habilidad o experiencia. La definición parece muy centrada en comprender, entender lo que nos rodea. Sin embargo, siempre ha existido un movimiento que defiende que todo el mundo es inteligente. Pero claro, no todo el mundo comprende lo ajeno igual de bien, y aquí es donde aparece nuestro amigo Howard Gardner, que postula que la inteligencia adopta muchas formas, y eso es lo que hace posible que todo el mundo sea inteligente (porque lo que es cierto es que todo el mundo es bueno en algo). Así, aunque seas un zoquete que no sabe unir una palabra tras otra, puedes llamarte inteligente siempre que juegues bien al tenis (porque tienes inteligencia cinestésica).

Personalmente, no creo en esa teoría; sí creo que sean necesarias ciertas cualidades para según qué actividades, y sí creo que todo el mundo tiene un don (o más), pero no creo que todo se pueda llamar inteligencia. Estoy de acuerdo con lo que postula, pero no con la terminología que utiliza. Sin embargo, si siguiésemos esta teoría (muy respetada y extendida, por otra parte, cosa lógica porque todo el mundo quiere saberse inteligente), lo siguiente que cabría preguntarse es: ¿existe una inteligencia artística? Según Gardner, tanto la musical, la cinestésica y la espacial sirven para habilidades artísticas. Yo digo que todas ellas se pueden resguardar bajo la inteligencia generadora, que introducimos el otro día en clase. Aunque tampoco la llamaría inteligencia, la generadora viene a introducir la capacidad de convertir nuestros deseos en acciones, de crear ideas y situaciones a través de nuestra mente. Para mí, el Arte es creación, traducción, interpretación… y también inteligencia. Porque el Arte comprende, entiende el mundo, y genera nuevas visiones de él.

En la escuela, es especialmente interesante este debate porque lo que sí es cierto es que sólo se celebran la elocuencia y la lógica, pero no la creatividad, la imaginación, la competitividad o la capacidad generativa (en clase llamada inteligencia generadora). Esto es algo que hay que cambiar porque, como ya defendía Gardner, los niños se preparan para un mundo cada vez más complejo.